Basta con el anuncio de una reducción en el gasto anual de calefacción para que cualquier familia se plantee mejorar los aislamientos térmicos en Valencia de la casa en la que viven. Tengamos en cuenta que el gasto es una de las partidas más cuantiosas de cualquier presupuesto familiar, de modo que cualquier ahorro que se consiga se tratará siempre de una cantidad importante.

Pero las ventajas que se logran al mejorar los aislamientos térmicos en Valencia no se limitan sólo al terreno económico, las condiciones d habitabilidad, el confort, la salud y hasta el medio ambiente también se benefician de estas mejoras. Al reducir el intercambio de temperaturas entre el interior y el exterior de la vivienda en todas las épocas del año, la disminución del consumo energético no se limita a la calefacción, afecta también a los equipos de aire acondicionado. Es decir, se produce un menor consumo energético y por tanto, colaboramos a reducir la emisión de gases de efecto invernadero.

Es importante destacar también que, aunque sea un efecto secundario, los sistemas aislantes protegen las estructuras de la edificación lo que se traduce en una prolongación también de su durabilidad. Al mantener una temperatura agradable, evidentemente, aumenta la sensación de confort, una sensación en la que también influye la reducción de ruidos que todo aislamiento proporciona, algo especialmente gratificante en las viviendas ubicadas en zonas de alta contaminación sonora como pueden ser carreteras de mucho tráfico, zonas industriales, aeropuertos, etc.,

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